La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, abreviada como EPOC, es la tercera causa de muerte en todo el mundo. En 2019, esta condición causó más de 3 millones de defunciones, el 80 % de ellas registradas en países de ingreso medio-bajo. El desencadenante principal de esta condición suele ser la exposición continuada a irritantes capaces de dañar los pulmones y las vías respiratorias, sobre todo el tabaco. Se estima que hasta el 15 % de las personas fumadoras terminarán desarrollando EPOC a lo largo de su vida.
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que provoca la hinchazón y el estrechamiento de las vías respiratorias pulmonares. Sus signos y síntomas principales, como los de otras muchas condiciones que involucran al aparato respiratorio, comprenden falta de aire, dolor de pecho, sibilancias y problemas para dormir, entre otros. Este cuadro afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y, curiosamente, parece presentar una mayor incidencia en países de alto ingreso.
Las infecciones agudas de las vías respiratorias o aéreas superiores son muy comunes en la población general, sobre todo en picos estacionales como otoño e invierno, en los que las personas tendemos a aglomerarnos más en espacios cerrados. Aquí se engloban algunos de los cuadros más conocidos y capaces de contagiarse a través de toses y estornudos, como el catarro, la gripe, la sinusitis, la faringitis o la epiglotitis.